Tienen la capacidad de aliviar el dolor producido por golpes, heridas, torceduras, quemaduras o enfermedades como bronquitis, gripe o resfriado, entre otras causas, debido a que bloquean los impulsos en las terminaciones nerviosas.
Ansiolíticos e hipnóticos
Empleados para conciliar el sueño, los ansiolíticos e hipnóticos más comunes son las benzodiazepinas, que tienen la propiedad de reducir la tensión emocional, ansiedad y nerviosismo.
Antiácidos
Combaten agruras (sensación de sabor agrio), ardor en el estómago y zona media del pecho, debido a que neutralizan la producción excesiva de ácido clorhídrico en el estómago, lo que comúnmente se debe al consumo de alimentos irritantes y muy condimentados, nerviosismo y estrés.
AntibióticosDerivados de los hongos como Penicillium o producidos en el laboratorio, son capaces de interferir los procesos vitales de bacterias causantes de infecciones. Agrupan, entre otras sustancias, a las sulfamidas, penicilinas, cefalosporinas, aminoglucósidos y tetraciclinas.
Antidiarreicos
Controlan las evacuaciones frecuentes y acuosas que suelen estar acompañadas de dolor, debilidad, náuseas, vómitos, espasmos abdominales, fiebre o pérdida de apetito.
Antigripales
Fármacos que contienen analgésicos, antihistamínicos, antitusivos y estimulantes en distintas combinaciones y proporciones. Su objetivo es reducir los molestos síntomas de resfriados comunes y gripe.
Antihistamínicos
Controlan reacciones alérgicas (aquellas en que el sistema inmunológico reacciona de manera exagerada cuando un elemento nocivo o alérgeno se introduce al organismo por vías respiratorias, tracto digestivo, piel o mucosas).
Antinflamatorios
Medicamentos contra el dolor, hinchazón, enrojecimiento y calentamiento en la zona afectada por golpes, heridas, sustancias químicas o infecciones generadas por microorganismos.
Antimicóticos
Alivian infecciones por hongos como pie de atleta (tiña de los pies), que causa comezón, piel cuarteada, mal olor y, en ocasiones, pequeñas ampollas.
Antisépticos
Soluciones que eliminan o impiden el crecimiento de algunos tipos de bacterias que se encuentran en la piel y en membranas mucosas; útiles en el botiquín de primeros auxilios para desinfectar heridas leves, raspones y cortaduras y prevenir infecciones en la piel.